“El Chicle” es sentenciado
El 30 de noviembre, luego de 11 sesiones orales anteriores, y cuatro deliberaciones, se ha sentenciado a José Enrique Abuín Gey, a cumplir con prisión permanente y revisable.
Esto ocurrió después de encontrarlo culpable de asesinar, privar de libertad y agredir sexualmente a Diana Quer, una mujer de tan solo 18 años el 22 de agosto de 2016.
El acusado alegó que la muerte de la víctima fue un accidente, debido a que ella apareció cuando él robaba gasoil de los coches estacionados. Fue entonces cuando él la agarró por el cuello, con miedo a que lo delatará, y Diana simplemente se desplomó en el suelo.
Sin embargo, los forenses han probado que los hechos fueron muy diferentes, por ejemplo: encontraron una brida colgando de su cabello. En seguida le alistaremos los datos comprobables.
Las acciones comprobadas
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José Enrique Abuín Gey se encontró con Diana Quer a eso de las 2:40 horas de la madrugada, a medio camino del Paseo Areal y la calle Venecia, cuando ella regresaba a casa.
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Luego la golpeó muy fuerte y la introdujo en el maletero de su coche, inmovilizándola con cinta adhesiva y bridas.
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Una vez arrancó el Alfa Romeo, lanzó el teléfono del a víctima por el puente de Taragoña, dirigiéndose al sótano abandonado.
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Ya cuando llegaron a la nave, la desnudó y realizó actos sexuales con ella que, lamentablemente, no pueden ser determinados por el estado en el que se encontraba el cadáver.
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ponerle una brida al cuello de unos 40 cm o más de largo, apretándola fuertemente, y por ende causando la muerte de Diana Quer.
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Para encubrir su crimen, se deshizo del cuerpo y de su bolso en un pozo de agua dulce, limpió el carro y botó la ropa de la víctima. Todo esto a ocurrió aproximadamente a las 4:09 horas.
Es importante destacar que Diana Quer no tenía ninguna posibilidad de salvarse de esta situación, o defenderse, dado que, primero que nada estaba inmovilizada y sometida; segundo, el perpetrador es mucho más fuerte que ella; y el tercer punto es que la llevó a un sitio alejado y solitario que él conocía.
Las acciones no comprobadas
Los forenses no pueden concluir que Diana Quer sufriera una violación, puesto que, estuvo encerrada en ese pozo durante mucho tiempo, más de un año. Y el agua ha logrado borrar todo rastro de ADN que pudiera servir de prueba.
En la ley de España se establece que una violación todo acto carnal en el que se introdujera cualquier objeto o parte del cuerpo, ya sea por la vía vaginal, anal o bucal.
Es por ello que, al no poder encontrar pruebas tangibles de que hubo una violación, la ley solo ha podido colocarle la sentencia de agresión sexual. Teniendo entonces 3 cargos en su contra: detención ilegal, asesinato y la de agresión.
El juicio
El jurado ha decidido, de manera casi unánime, es decir, 4 de 5 votos, que se tome en cuenta que, el victimario ha confesado en dónde estaba el cuerpo. Se pide esto, dado que, sin esta información no se hubiese encontrado el cuerpo de la joven.
La búsqueda de la víctima había sido exhaustiva, usando perros y rastreando la señal de su teléfono. No obstante no habían logrado dar con el paradero del mismo, hasta el asesino confesó.
Así mismo, de manera unánime por el jurado, se ha decidido que se le rechace el indulto y la eliminación de la condena para “El Chicle”, el cual ya se encontraba en la cárcel por narcotráfico y otros crímenes.
También es importante recalcar que en el momento del juicio tuvieron que sacar al padre de la fallecida, Juan Carlos Quer, dado que empezó a increpar a José Enrique Abuín Gey, gritándole “Podría haber sido tu hija”. Este último luego se disculpó por twitter.
Esto ha ocurrido cuando han procedido a realizar una representación de los hechos, incluyendo el modo en el que “El Chicle” ha colocado el cuerpo de la joven dentro del pozo. Fue entonces ahí cuando el papá se le acercó.
En el video, el asesino les cuenta a los investigadores el paso a paso de lo que aconteció y cómo ocurrió. En este se observa al culpable hablando de todo lo que hizo sin ningún tipo de timidez. Incluso lo hacen desnudar un maniquí y mostrar cómo moría con la brida.
Pero lo que más le dolió al padre de la víctima fue conocer el sótano en donde murió su hija, ese sitio abandonado y solo en donde pasó sus últimas horas. Había soportado todos los juicios con un gran temple, hasta este momento.
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